Si de pronto uno se encuentra en un sitio natural sin hallar la manera de regresar a un lugar civilizado, lo primero que se pierde es la confianza, el sentido del tiempo y de la orientación. ¿Cómo evitar perderse, y si uno se pierde, cómo quedarse tranquilo esperando auxilio?
Recordá dejar dicho a algún amigo o conocido adonde piensas llegar y por dónde harás el recorrido, avisarle a los guardaparques de la zona, asesorándote con ellos sobre senderos, y tiempos estimados de caminata.
Siempre es muy útil llevar mapas de las distintas regiones por donde planees hacer tu recorrido, que tengan los senderos bien marcados con sus referencias (puente doble, cascadas, tranqueras, etc.), distancias en kilómetros y tiempos aproximados de recorrido.
Llevar brújula:
Este elemento es invalorable: te permite saber dónde estás ubicado. Por ejemplo: si partes de un rumbo norte y dos horas después no sabes donde estás, pero sigues viendo el mismo pico montañoso a la izquierda, al menos tendrás la certeza de seguir caminando hacia el norte. Pero si acabas perdido y rodeas la montaña, puedes creer que sigues rumbo norte (porque el pico continua a tu izquierda), cuando en realidad estás volviendo hacia el sur, por el otro lado. En este caso la brújula te indicará que estás cambiando el recorrido, cuando no lo percibas.
La brújula sirve para regresar, volviendo hacia el sur por el mismo camino. Y es indispensable cuando hay niebla, está oscureciendo o te quedas sin referencias geográficas. Las puestas de sol siempre te indican donde está el oeste ¿pero si está nublado, o llueve?
Mirar hacia atrás:
Antes de internarte en la montaña, en la selva o en el bosque, observa bien todas las señales de civilización que haya cerca. Conviene fijar en la mente chimeneas, torres de alta tensión, molinos de viento, campanarios, puentes o cualquier otra cosa que se destaque en medio de los árboles o las sierras. Hay que hacer un mapa mental para recordar la posición de cada cosa antes de emprender camino. Esto es muy importante para reconocer el camino de vuelta.
Además observar todos los detalles, de que lado estaban las sierras, si había un prado o no, si cruce un puente... los recuerdos de los primeros minutos de marcha te ayudarán a encontrar el camino de vuelta.
Recordar el sentido de la corriente:
Siempre observar, en el caso de caminar cerca de un río por ejemplo, si la corriente va en el mismo sentido en el que te diriges o en el contrario. Un dato así te puede salvar: si va en sentido contrario, caminando río abajo encontrarás la salida. Generalmente siguiendo el curso de los ríos encontrarás una casa o un pueblo. Siempre la urbanización se desarrolla en las orillas de los ríos.
Si ya te perdiste, quédate en el mismo lugar:
Después de determinado tiempo lógico en que tu grupo supone que deberías haber regresado, seguramente pedirán ayuda y enviarán a alguien para rescatarte. Si sigues avanzando sin rumbo lógico dificultarás tu rescate.
Deja marcas y señales:
Si decides moverte para buscar alimentos o agua en un bosque lo mejor es dejar señales de tu presencia bien a la vista. Una nota en un árbol, un pañuelo atado a una rama, por ejemplo ayudará a tu rescate.
Prepárate para pasar la noche:
Si la noche es muy cerrada y no se tiene idea exacta donde uno se encuentra, puede ser muy estresante para quien no está acostumbrado. Nada es más reconfortante que hacer fuego para pasar la noche. El fuego da luz, calor y acompaña, además de brindar una sensación de seguridad.
Hay que hacerlo con cuidado de no provocar un incendio, alimentándolo de a poco y manteniéndolo lejos de la copa de los árboles y de pastos secos. Para hacerlo hay que juntar leña mucho antes de que oscurezca. De noche es imposible distinguir entre un tronco caído y uno en pie.
El mismo fuego sirve de día, con hojas verdes provocando humaredas que llamarán la atención desde lejos.
Señales nocturnas:
La sigla S.O.S siempre sigue entendiéndose en todo el mundo. En código Morse se realiza con tres sonidos cortos y tres largos y pausa, y así durante un tiempo prolongado.
Lo mismo vale usando la luz de una linterna, lanzando destellos cortos y largos, como en el caso de los sonidos, y pausa, cualquier gendarme o guardaparque que lo vea no dudará que es un pedido de auxilio.
Alimentos:
Por último, si te da hambre trata de ver frutos mordidos por animales o de que vegetales se alimentan los pájaros de la zona. Lo que ellos coman seguramente no será muy sabroso pero si seguro. De ninguna manera comas hongos, insectos o raíces, esto es para los expertos que pueden reconocer cuales son comestibles.
Y por último antes de salir, informate sobre otros medios de orientación por si tenés algún percance con tu brújula. Existen varios métodos que nos permiten encontrar el norte, como es el caso del reloj cuando es de día y las estrellas en la noche.
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