Champaquí bajo cero

Pacientes que realizan actividades físicas adaptadas a la salud en el Instituto de Ciencias del Deporte, acompañados por La Tortuga Trekking, hicieron un intento de cumbre al Cerro Champaquí.

Fue un año de dura preparación en el gimnasio, caminatas de entrenamiento, charlas organizativas e informativas, hasta que llego el 25 de Setiembre y partimos desde Paraná hacía Villa Alpina.

Larga caminata por el lugar, bromas, risas y fotos en un paisaje dominado por los sentidos: silencio, colores, olores. Empieza a caer la tarde y buscamos la calidez del refugio, donde la tarea se reparte en preparar la mochila, el bolso que irá en la mula y otro que va al auto con todo lo que llevamos de más; hasta que Ana nos interrumpe llamando a cenar.

El sábado amanece esplendido, armamos presurosos el equipaje, desayuno y estamos listos para la partida, Cuesta del Pinar, Puesto Ojo de Agua, Tranquera Loma de Ballena, arroyo Orco van quedando atrás y no podemos encontrar el ritmo de marcha adecuada; Cerro La Mesilla, Estancia San José y es el momento del descanso programado. Reiniciamos la marcha, arroyo Las Petacas, arroyo Las Socabonas y no damos cuenta que el sendero era cada vez mas angosto, ya no había bosta de mulas y las señales de 3 piedras no se veían por ningún lugar. Y si, estábamos perdidos, Jorge mas callado que de costumbre, José trataba de orientarse por el sol y debatía con Pepo donde quedaba el Oeste, Ana y Néstor sentados y en silencio; por suerte apareció un mapa y retrocediendo un poco pudimos encontrar el camino.

Tranquera, Desierto de La Virgen, Puesto Cufré, y con el último aliento el Cerro Lechiguanas, y luego hacía la derecha siguiendo los mojones que nos llevan al Puesto Héctor González, que nos espera con un buen mate cocido y pan casero.

La noche llega rápidamente y con ella neblina y frío cada vez más intenso.

Fideos con tuco para la cena y a dormir temprano.

El amanecer del domingo nos traen un sorpresa inimaginable, todo está cubierto de nieve, mucha nieve y mucho frío, el termómetro marca 6 grados bajo cero, salimos del refugio para sacar fotos pero no tardamos en regresar.

Luego de una charla acordamos permanecer en el refugio hasta que mejore el tiempo, y entre mates, truco, turrones y sopas calientes se pasa la mañana; por la tarde decidimos realizar una caminata corta, recorriendo el Río Tabaquillo, refugio de Irene, Escalante, hasta la Escuela Florentino Ameghino.

Al llegar al refugio una neblina cubre todo el lugar, impidiendo la visibilidad, el termómetro marca menos 9 grados y se viene otra nevada. Un guiso de arroz nos aporta calorías para pasar la noche.

El domingo amanece despejado, pero la nieve cubre los senderos, así que decidimos bajar en mulas. Otra linda experiencia para los que nunca habían montado.

Llegamos todos bien a Villa Alpina, abrazos, saludos, agradecimientos y rezo, nuestra aventura había concluido, nadie lamento no hacer cumbre, gozamos cada momento que nos toco vivir . . . y como es sabido: la cumbre no es tan lejos, no es tan alta y no es tan difícil, la cumbre está dentro de ti . . .